Nunca me ha gustado llevar anillos, ni cadenas en el cuello, ni pulseras metálicas, pero desde hace unos años siempre llevo dos pulseras de hilo en mi muñeca izquierda. La azul fue sustituida hace unos años por una blanca y roja. La roja y negra que veis en la foto, está a punto de romperse. Mi hijo Guille, me va a regalar una, bien resistente, para que al menos me dure otros 6 años más...
Anque no solemos comentar sobre tu blog, entro en él y disfruto de tus fotografías y de la belleza y profundidad de tus comentarios, tan trascendentales y poéticos en su aparente simplicidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
papá