El sábado 17 de mayo tenía que coger un vuelo destino Bogotá, para encontrarme allí con Carmen, y volar los dos juntos a Cartagena de Indias. En la puerta de embarque nos comunican que el vuelo se retrasa por una complicación técnica en el avión. Media hora, una hora, dos horas... Empiezan a contactar con los pasajeros que tienen conexiones en Bogota hacia Quito, México...para intentar colocarles en otros vuelos y no perder sus conexiones. Tal vez, yo también llegara tarde, cogiendo otro vuelo a Cartagena distinto al que tenía con Carmen...tal vez al día siguiente. Las pequeñas vacaciones que nos habíamos programado no comenzaban muy bien.
Mi preocupación la vi reflejada también en las caras de estos trabajadores de Avianca que se "asoman" a la pantalla del ordenador comprobando, horarios, destinos, disponibilidad de asientos en otras compañias...e intentado solucionar este imprevisto de la mejor manera posible.
Finalmente el fallo técnico se reparó antes de lo previsto, y pude
llegar a Bogotá a tiempo para coger el vuelo siguiente juntos.
Fotografía digital ByN
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