Una de las cosas que más les gusta, o les gustaba hacer a mis hijos, era venir a nuestra cama y jugar a las sombras chinescas enfocando el halógeno que tengo en mi mesilla hacia la pared de enfrente. Siempre empezábamos con el perro, el águila, el ganso, y poco a poco la cosa se iba desmadrando. Al final acababan jugando al teatro, haciendo personajes, contando cuentos y saltando de un lado a otro... Aquella noche tiré una larga serie de fotos, algunas en color y otras en blanco y negro. Finalmente me he quedado con ésta.
Pienso ahora que hace ya tiempo que no juegan al "teatro" en nuestra cama. Creo que esta noche se lo voy a proponer...
Fotografía digital en byn.